Quiero ser más feliz como PAS

La felicidad es un estado maravilloso del que podríamos estar hablando años. Definirla no es nada fácil pero podemos decir que la entendemos como un estado global de satisfacción con nuestra vida, en el que nos sentimos cómodos y bien con nuestras circunstancias, siempre a nivel general.

Siendo así, ¿puedo ser feliz y estar triste? Por supuesto. La tristeza es una emoción que aparece en un momento determinado por unas circunstancias que pueden ser más o menos concretas pero, como emoción, acabará yéndose. La felicidad vendría a ser más como un estado de vida, más duradero y prolongado en el tiempo.

Los PAS y la felicidad

Los seres humanos y, concretamente, los PAS tenemos muchas herramientas para poder ser felices. Nuestra sensibilidad juega siempre un doble juego en el que tenemos que estar muy atentos porque es capaz de mostrarnos desde lo más bello hasta lo más terrorífico. Siempre dependerá de lo que tú quieras ver y de donde tú quieras poner el foco. No necesitamos mucho para ser felices: tranquilidad, estabilidad, ser capaces de regular nuestras emociones, amarnos para saber lo que necesitamos en cada momento y ofrecérnoslo, momentos de conexión, sentirnos vivos…

Hoy nos centraremos en… ¡el detalle!

Somos capaces de captar detalles que nos conectan con la vida: como decíamos antes, nuestra sensibilidad esto es una moneda de doble cara. Si tenemos el foco puesto en aquello que nos puede hacer feliz descubriremos que, como decían en Love Actually, “el amor, en realidad, está en todas partes”. ¡Y es así!

No se te ocurra buscarlo en un telediario o en las noticias porque no lo encontrarás pero sal a la calle y mira. No intervengas. Mira un poco más allá: ve a la gente, la naturaleza, los animales, la coherencia del mundo… mira la resiliencia de la naturaleza que aparece prácticamente en todas las esquinas, mira la dulzura con la que esa madre toma de la mano a su hijo o escucha los pájaros cantar.

En este proceso es posible que aparezca algo frente a ti que te descubra también la otra cara de la moneda, aquella que no nos gusta tanto. Si es así, agradece ese pensamiento y déjalo pasar. Envía amor, envíate amor y continúa centrándote en lo que estabas.

Vuelve a ver lo perfecta que es la vida, tu propia vida, lo increíble de tu cuerpo que funciona y respira por sí solo, con su capacidad de sanarse a sí mismo… el aire que acaricia tu piel, los sonidos a tu alrededor… ¡conéctate con la vida!

Esta es una técnica magnífica que te servirá para:

  • Potenciar tu atención donde deseas
  • Aprender a dejar pasar tus pensamientos sin aferrarte a ellos
  • Ver la belleza de la vida
  • Conectarte con los detalles y los sentidos

En definitiva, te ayudará a eso que queríamos que era: ser más felices.

Intención

Por desgracia no tenemos varitas mágicas ni herramientas milagrosas… ¡nos encantaría! Pero después de tanto tiempo trabajando orientando a personas nos damos cuenta de que lo que verdaderamente funciona es la intención.

Si tu intención es ser más feliz, no te quepa ninguna duda de que lo acabarás consiguiendo. Porque buscarás información, pondrás en práctica técnicas, leerás, realizarás cambios en tu vida y llegará un momento en que sentirás esa paz que anhelas.

¿Estás preparado/a?

Te envío un fuerte abrazo!!

Magdalena

Pd: no te olvides de amar, ama mucho 😉