Sabemos que estas fechas son especialmente intensas en cuanto a reuniones familiares, barullo, ruidos, emociones… es posible que ya te hayas estresado anticipadamente tratando de valorar cuál era tu mejor opción para estresarte lo menos posible.
Es importante que tengas en cuenta que siempre tienes opción de elegir. En ocasiones, sentimos que no tenemos elección, lo que nos deja en una situación de víctimas pasivas y eso no es real. Al menos no en esta situación. Puedes elegir qué vas a hacer y con quién lo harás. Otra cosa es que te sientas obligado a hacerlo por tradición, costumbre, por cuestiones familiares o por causas mayores. Quédate con aquello que puedes controlar y depende de ti. Incluso en la peor de las situaciones hay decisiones que puedes tomar.
Si eliges reunirte con tus familiares, procura elegir adecuadamente y dentro de lo que te resulte posible las condiciones en que se producirán las reuniones. A veces el sitio, el número de personas, los horarios están muy estipulados y no tenemos margen de maniobra. Sin embargo, si sabes que llegando antes es cuando hay menos jaleo, tal vez te sentirás mejor a esa hora. O, al revés, quizá llegas justo para comer y te quedes a la sobremesa, sabiendo que es la parte que más te gusta de la celebración.
La intensidad si sois muchos familiares es casi inevitable…
Aceptar que es así, ajustar tus expectativas a cómo es y tratar de fluir, hará que te sientas más cómoda.
Facilita las cosas: si te toca encargarte de la comida puedes hacer una previsión, encargarlo en un restaurante o pedie ayuda a la familia y repartir la tarea.
Trata de cuidarte para poder disfrutar de estas fiestas: si te sientes saturada, eso no será posible.
El hecho de buscar tiempos para descansar y estar en soledad, para compensar es muy necesario, si así lo sientes.
¿Cuáles son tus trucos navideños para disfrutar de estos días?
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