Mi mundo interior es mío

La suerte de tener un mundo interior es que es sólo tuyo

Ayer estaba pensando en lo privilegiados que somos los humanos por poder tener un mundo interior que es sólo nuestro, de nadie más y que sólo compartimos con quien elegimos. Ya, ya sé que esto puede no ser una sorpresa para tí pero cuando te paras a pensar en realidad en lo que eso significa y te das cuenta de la profundidad que tiene, es verdaderamente impresionante.

Un mundo sólo para ti, que te permite soñar, imaginar, pensar, crear, montar y desmontar, aprender y desaprender… una realidad solo tuya!!!! Tu propia película, a tu antojo… ¿Alguna vez lo has pensado? En tu cabeza nadie viene a decirte lo que tienes que hacer o pensar, tú lo decides.

Tus pensamientos son tan libres como tu voluntad permita, son infinitos. La meditación nos abre mucho los ojos en ese sentido. Que sí, que lo mejor es que esa realidad mental coincida con la realidad terrenal (para no volvernos muy locos) pero lo cierto es que podemos usarla en nuestro beneficio tanto como deseemos.

La mente es maravillosa. Aprender a usarla para aquello para lo que es útil es el reto puesto que nuestra mente “racional” peca de seria y de estar donde tiene que estar. Nos ayuda a solucionar problemas y en nuestro día a día, nos permite recordar quienes somos y donde estamos y ubicarnos en lo que tenemos que hacer, centrar la atención, regular nuestras emociones…

Nuestra mente creativa también nos permite solucionar problemas “pensando fuera de la caja”, nos ayuda a ser imaginativos y a tener pensamiento crítico sin dejarnos llevar como ovejitas del rebaño. La creativa nos permite tener un mundo interior tan mágico como queramos: nuestro, todo nuestro, en que nosotros decidiremos qué queremos compartir y con quién, por qué y para qué. ¡Es estupendo!

Aunque insistimos en que la coherencia entre lo que digo, pienso, siento y hago es muy importante porque es lo que nos trae la paz, tener un espacio privado nos puede ayudar en muchas circunstancias. Haber descubierto la meditación y ponerla en práctica está ayudándome mucho a cultivar este espacio.

Estoy segura de que cada vez será más transparente y más visible para aquellos que me rodean pero, de momento, me reservo el derecho de admisión en algunas parcelas.

¿Y tú? ¿Te reservas ese derecho?

 

Imagen: Sam Marx